¿Estos
son los “infiltrados”, los Guille Zapata, de que hablaba Podemos, cuando temían
se les colasen indeseables en sus formaciones, no tanto en el Círculo Central
como en los Círculos Periféricos? Seguramente si Guille Zapata es exalumno o
amigo de Monedero, habríamos de ubicarlo en el Círculo Central. Con lo cual,
aquello que temes, dentro lo tienes, no te vendrá por periferia.
Y no
digo que Guille Zapata sea un indeseable; eso sí ¿era la persona más idónea
para ponerla al frente de una Concejalía como Cultura? Y no por ser un voceras
o un vocero de chistes infames como los seis millones de judíos en un cenicero.
El que no fuera apto para desempeñar la responsabilidad de dónde van a ir los
dineros del Ayuntamiento de Madrid dedicados a Cultura debió verse sin siquiera
tener constancia de sus comentarios en redes. El que es de una manera, lo es y
sin necesidad de pararse a tontear en twitter.
Mis
felicitaciones a Manuela Carmena por apartar a este sr. de Cultura, pero no
masacrarlo, o sea echarlo. ¿Han echado, ni siquiera forzado a dimitir de sus
puestos relevantes, los peperos a los Casado los Hernando por mofarse de los
muertos republicanos de la guerra civil y de sus hijos y nietos, ¡o por hacer
apología de la dictadura franquista al extremo de considerar bien muertos a los
asesinados(represaliados) por Franco, incluidos los abogados de Atocha asesinados
por pistoleros igualmente franquistas!?
Otro
sí: Quiero recordar a Podemos que todos firmaron un Código Ético, eso que no
tienen las demás formaciones políticas y menos aún los gremios, sobre todo los
dedicados a la economía y al alto empresariado; esperemos que se respete a
rajatabla: Ni racismo; y menos ensañamiento contra cualquier tipo de víctima
instrumentándola en honor al chiste. Debiera ser Podemos el que hiciese dimitir de sus aspiraciones a Zapata y no echarle el muerto a Carmena.
Los
indeseables de derechas y la izquierda ineficaz. La izquierda es incapaz de “seducir”,
como decía Carmena, a un comportamiento más digno, más humano, o sea más social
más propio de aquello que consideramos izquierda, a las derechas; mientras que
la indeseable derecha acaba siempre llevando a su terreno a cuanta izquierda,
bien “seduciéndola” (para emplear la terminología de Carmena) para que acabe de
ladrona y atropelladora de derechos, o simplemente contaminándola de su
prepotencia, esa prepotencia que conduce a considerarse uno más apto cuanto más
tonto o más mierda, sólo por haber sabido abrirse paso a codazos o a intrigas
(esas maneras tan de derechas indeseables o salvajes capitalismos), mientras
ignora, desprecia o hunde a cuantos más inteligentes o de mejor calidad humana
que ellos.
Y para
seguir hablando de la “seducción” y quiénes la ejercen en el terreno social y
político. Me encantará llegar al final del proceso del, esta vez parece ser que
sí, CAMBIO POLÍTICO, eso tan manido y que acaba siempre en cambio ninguno, y
ver si Podemos “seduce” al independentismo, o al revés, la derecha indeseable
acaba “seduciendo” a la izquierda. Y si así fuera, Podemos habría acabado con
el necio y derechista independentismo, como Zapatero terminó con ETA.
Pobre
Carmena entre la espada del PP decidida a ensartarla contra esa pared y esa
pared llamada Podemos; entre indeseable derecha y cuanto trepa y memo se
hubiese infiltrado en Podemos. Pobre Carmena, al final de su vida acompañará en
el Calvario a sus amigos abogados de Atocha, la única izquierda digna que puede
haber habido en este país.
¡La
dignidad de las víctimas! amigo Zapata. Esa de la que uno no se debiera reír
por mucho que otros, derecha indeseable, lo lleve haciendo desde los tiempos de
los tiempos aquí en España.