Con tanto ataque de puta mierda
contra Podemos esgrimiendo Venezuela, el caos y el desastre económico, que,
claro, ellos procurarían, ellos: El sucio podrido capital que les financia, a
PP (PSOE cuando toque), y les financia a cambio de lo que sabemos: la
corrupción institucionalizada de los dineros públicos que les caen en forma de
contratos como recompensa; con tanto ataque ellos no lo harán, los que
representen a Podemos (Exceptuados Monedero e Iglesias, sobre todo el primero,
que tiene más de guerrillero que de nadador que pone a salvo la ropa antes de
lanzarse al bravío caudal); ellos no lo harán, repetir las palabras por las que
ya se critica, desde el lado de la hipocresía y la corrupción (ese tan
extensísimo territorio), al representante de UPyD en Andalucía; ellos no lo
harán, Teresa Rodríguez etc, para qué más dedos señalándoles, o mierdas diciendo
que se ofende a Andalucía si se dice la verdad, ellos no, pero yo sí: “HA
GANADO LA CORRUPCIÓN EN ANDALUCÍA”. Grandísima verdad. 80 puestos en el
Parlamento le han regalado los andaluces a Psoe PP, contra 29 de gente nueva y
menos nueva que pudieran representar lo contrario a esa corrupción de los
cargos y el capital, y a esa miseria de todos nosotros, de todos los demás, que
es su consecuencia.
¿De verdad hay tanta boca
agradecida, tanto andaluz a la teta de la mamandurria, ¡tantísimo analfabeto o
desinformado como para que estemos ante esos resultados!? Pobrecita tierra
andaluza… Aunque hay que recordar que la ley electoral que antes le robaba
escaños (votos que no se traducían en ellos) a IU y UPyD, ahora lo ha hecho con
Ciudadanos y sobre todo con Podemos. Todavía puedes tener remedio Andalucía, en
cuanto se le tuerza el brazo, desde donde debe hacérselo, a los PP PSOE, para
que esa maldita ley electoral hecha por y para corruptos se anule; y se anule
desde ahí: GOBIERNO DEL PAÍS para PODEMOS.
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Aproveché este blog, cajón de sastre para tantos y tantos pensamientos e ideas y dedicado a la poeta Alejandra Pizarnik, aproveché, después de borrarlo, para utilizarlo como desahogo ante la espeluznante corrupción que después de 40 años de sufrirla los españoles peor posicionados socialmente, ahora empieza a aflorar