¿Respeto a la propiedad privada en los países capitalistas? …Sinvergüenzas

Este es el respeto por la propiedad privada en los países donde imperan los más salvajes capitalismos todos colindantes con la corrupción más encubierta o menos.

Ningún respeto por la propiedad privada estos facinerosos fascistas que tanto alabarán el libre mercado mientras sirva para el enriquecimiento de trepas incompetentes de su laya.

Puesto que la propiedad privada es de alguien que no tiene millones en Suiza, cuando ni en España, de alguien que no es alcaldesa corrupta o empresario corrupto creciendo a su sombra, pues ¡¿QUÉ RESPETO A ELLA?! Bien podemos desposeerles de su suelo y tirarles abajo la casa que construyeron con sus manos. Total, no respetamos su propiedad privada porque amamos más la nuestra; y si tirándoles abajo su casa incrementamos nuestro patrimonio… No hay que dudar sobre las propiedades a respetar prioritariamente por los mandatarios.

Podemos tirar con el consenso de un juez corrupto (no se puede juzgar de otra manera que un juez dé el visto bueno a semejante atropello) la casa Y ROBARLES SU TIERRA (El delito no es únicamente derribarles la casa sino ROBARLES EL TERRENO DONDE SE LEVANTABA) a tres familias y de tres generaciones habitándola; ¡PERO QUE NADIE LE TOQUE A LA CORRUPTA QUE SE MUEVE EN EL CÍRCULO DE LOS EMPRESARIOS (Mónica y como fuere su puto apellido), esa corrupta dueña de las empresas de seguridad sobre las que recayó el asesinato de tres adolescentes en el Madrid Arena, QUE NADIE LE TOQUE A ESA CORRUPTA LA MANSIÓN QUE LE HA DADO LA GANA CONSTRUIRSE EN TERRENOS PÚBLICOS DE PARQUE NATURAL!, CUANDO ESA SÍ QUE DEBIÓ SER DERRIBADA. Pues la impunidad la avala, siga esa responsable de la muerte de tres adolescentes disfrutando su 3ª o 4ª mansión.

Esa es la propiedad “privada” que se respeta en los países capitalistas. Y entrecomillé privada, pues ¿qué de privado puede tener apropiarse de terrenos públicos si parques naturales? O sea: LA PROPIEDAD ROBADA ESO ES LO QUE SE RESPETA EN LOS PAÍSES CAPITALISTAS.