Todas esas protuberancias en nómina del diario “El Mundo”, la
complacencia del mismo por los aspectos y/o comportamientos
(profesionales/privados) aberrantes. ¿Debido al cazatalentos que lo fundó con
el dinero sabemos de qué parte del espectro político venido? Y que conste que
para mí cada cual puede ser lo que quiera, incluido el director honorífico de
ese diario, mientras lo que quiera o sea no lo sea utilizando el dinero para
comprar o corromper a otros a su gusto o para que SATISFAGAN estos. Ese diario
fiado a semejante cazatalentos que nada tiene que envidiar a la malhadada Aguirre
en ese mismo menester de promocionar escoria. Ese diario que no dudó en
atribuir los atentados en los trenes del 11M, y nada de veladamente, a
Rodríguez Zapatero PSOE, con tal de que los mismos los hubiese efectuado ETA y
no el islamismo en justa respuesta a la invasión de Irak (PSOE, Rodríguez
Zapatero, que debieron hundir hasta su cierre en demandas por difamación a
semejante escoria presentada como medio de información). Ese diario conocedor
de toda la corrupción (y en parte su beneficiario gracias a las subvenciones
estatales de sus valedores ideológicos) del Partido Popular en el entero país y
que ahora nos las licúa gota a gota, desde que “El País” amagase con pisarle la
primera de todas sus sucesivas bombas informativas: Los papeles de Bárcenas.
Arcadi Espada, esa excrecencia conocida por otros como “analista
político”, excrecencia subvencionada o capitalizada para funcionar por los
dineros venidos de las mismas fuentes “ideológicas” (Y entrecomillo ideología,
pues me resisto a que las ocurrencias mentales, brotando casi siempre del mismo
caño que el dinero, poder económico lo hace, sean llamadas ideas, ideología)
que nutren al periódico “El Mundo”.