Es de risa y no únicamente para los catalanes, proclamar de
palabra a estas alturas a Barcelona como capital de España, cuando lo lleva
siendo de hecho los más de 30 años de Jefatura del Asqueroso-Régimen bipartidista,
Pujol, LA GRAN CORRUPCIÓN, EL GRAN ENGAÑO, sustituyendo a Franco y su dictadura
con la dictadura del chantaje encubierto, Pujol el Sumo Poder más que el Muy
Honorable marcando las miserables rutas a seguir.
Madrid estaría más que dispuesta a renunciar a ese capricho
de Felipe II que nos convirtiese en capital del reino, frente a otras
localidades, Valladolid, Segovia, Salamanca incluso, con mucha más solera que
este geográfico ombligo de España llamado Madrid, un poblachón entonces. Madrid
estaría más que dispuesta a renunciar a la capitalidad, siempre que en
Barcelona no se nos measen en la cara de la risa recochineándose: -Pero para
vosotros el Rey y su Zarzuela. ¡Y de eso nada! Ya le podrían ir preparando allí
un palacio estilo Generalitat de residencia.
Renunciaríamos hasta al derecho de cocapitalidad, si somos
generosos, siempre y cuando todos los catalanes afincados o no en Cataluña, o
sea todos los españoles, tuviésemos el mismo derecho a la hora de votar Sí o No
en futura consulta sobre si Cataluña deja de ser España aunque continúe siendo
Europa.
¿Y qué más se puede decir de este capricho protagonista o
chantaje al resto de los españoles por parte de una minoría privilegiada de
señoritos catalanes y su monotema cada vez más expandido por sus dominios (qué
voz o voto diferente los sirvientes de las Masías de los amos, hayan nacido en
Andalucía, Galicia o Extremadura) gracias al dinero de todos los españoles que
lo subvenciona? ¡Que voten, por Dios, de una maldita vez todos los catalanes! ¡Que
votemos, por Dios, como en Escocia! Como en Escocia, todos los que residan en
Cataluña, sean o no catalanes; pero ningún catalán residente en el extranjero,
considerado extranjero Gales Inglaterra Irlanda del norte como sucediera en el
Reino Unido, o sea considerado extranjero cualquier residencia que no fuese
Cataluña, por muy mayoritaria, en la que viviesen. Que votemos, como en Escocia
cuantos ingleses allí residentes, o sea todos los españoles dispuestos a
declarar Cataluña como la patria de la que vivimos exilados dado que carecemos
del dinero para fijar allí nuestra residencia, o la Generalitat trampea nuestro
derecho a que podamos allí empadronarnos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Aproveché este blog, cajón de sastre para tantos y tantos pensamientos e ideas y dedicado a la poeta Alejandra Pizarnik, aproveché, después de borrarlo, para utilizarlo como desahogo ante la espeluznante corrupción que después de 40 años de sufrirla los españoles peor posicionados socialmente, ahora empieza a aflorar